Christian Nuñez, el hombre que no dudó en convertirse en empresario e ir a por sus sueños
No tiene de malo cambiar de camino, siempre y cuando llegues a tu meta. Así como Christian Nuñez, quien pasó de ser ingeniero a convertirse en empresario e ir a por cada uno de sus sueños. Hoy puede decir que alcanzó el éxito en sus propios términos, y ha inspirado a cientos de personas a hacer lo mismo a través del emprendimiento.
Convertirse en empresario requiere de fuerza, inteligencia y constancia
Christian supo combinar cada una de estas cualidades y más, por eso nosotros lo admiramos y nos sentimos emocionados de compartirte su historia de emprendimiento, a continuación.
Comencemos por destacar que Christian nació en la ciudad del Cusco, hace 32 años. Siendo el segundo hijo de dos hermanos.
Él cursó el bachillerato, se graduó y comenzó a estudiar ingeniería en su país, a pesar de que el ejemplo de sus padres le decía que su futuro estaba en ser inversionista o empresario.
Él mismo relata que: “desde muy niño, vi que mis padres le apostaron a los bienes raíces y tuvieron buenos resultados. Ellos fueron mis primeros mentores… grandes ejemplos de seres humanos, trabajadores, emprendedores y buenos administradores del dinero. Por eso el concepto de ingreso residual ya estaba en mi mente”.
Quien está destinado a convertirse en empresario, lo será tarde o temprano
Christian siguió cursando su carrera, hasta que un amigo lo invitó a una conferencia de negocios un sábado por la noche. Él cuenta que ese primer contacto fue muy impactante para él, ya que llegó al lugar, vio a mucha gente joven con laptops y hojas, y no tenía idea qué tipo de conferencia era.
Sin embargo, al cabo de unos minutos se encontraba sentado frente a un joven de 20 años de edad, y 30 minutos más tarde estaba haciendo cálculos con su celular para saber a qué nivel de ingresos podía llegar a través del negocio que este joven estaba explicando. Él era Mihail Millet.
Christian cuenta que: “Desde el primer contacto vi una oportunidad de oro, poco riesgo, inicio bajo, alta capacidad de crecimiento financiero y ninguna barrera de conocimiento. La verdad, hacía números en mi cabeza y calculaba cuanto podía ganar y no lo creía, la cabeza me explotaba, pero decidí hacerlo porque era la oportunidad que estaba buscando”.
Así comenzó su camino en el Network Marketing, dando el 100% para aprender cada detalle sobre como desarrollar este tipo de negocio.
De hecho, él mismo nos ha contado que esta es una profesión más, como muchas otras que ya existen, porque estudias, te capacitas y aprendes. Además, el modelo de negocio que te permite ser networker cuenta con puntos sumamente inteligentes frente al modelo tradicional de capitales altos, riesgos altos, costos fijos altos, necesidad de gran conocimiento y tiempo.
Crecimiento profesional y personal
Incluso, Christian ha revelado que: “Antes de conocer la industria yo andaba muy enfocado en mi trabajo y crecimiento profesional, y no era para nada una persona extrovertida o de muchos amigos, era un poco tímido… pero gracias a que llegue a esta maravillosa industria, pude desarrollar muchas habilidades, pude obtener más seguridad en mi mismo, hablar en público, adquirí mucho conocimiento gracias a las constantes capacitaciones y también amplié mi contexto”.
Demostró que aunque cambiara su rumbo profesional, pudo aprender muchísimo, tanto a nivel empresarial como personal. Se dio cuenta de sus capacidades, las potenció y demostró que cualquier persona puede convertirse en empresario si así lo desea.
Lo importante es transitar este camino de la mejor manera posible, con fortaleza, constancia y dedicación, viéndolo como cualquier otra profesión.
Si sientes que vas por el sendero equivocado, que no te está agradando lo que tienes frente a ti ni mucho menos te emociona lo que podría haber más adelante ¡Tranquilo! Cambia de camino, opta por invertir en un negocio realmente rentable, que te emocione, que te haga crecer y que te haga rodearte de personas que realmente te aporten algo. Ve como Christian Núñez lo logró, en esta entrevista y sigue su ejemplo.
¡Éxitos!