Cómo recuperar la motivación para hacer ejercicio, en 4 sencillos pasos
Cada día numerosas personas deciden comenzar una rutina de ejercicios para alcanzar diferentes metas físicas, emocionales y de salud, pero al cabo de unas semanas comienzan a sentirse desalentadas, viéndose inmersas en el gran reto de recuperar la motivación para entrenar. ¿Formas parte de ellas? Si es así, entonces la siguiente información te puede interesar.
Recuperar la motivación no siempre es sencillo, pero ¡vaya que merece la pena!
Por esto, veamos algunos pasos para que vuelvas a sentirte emocionado, proactivo y dispuesto a hacer ejercicio, como desde el primer día.
Lo principal es que determines qué es lo que suele mantenerte motivado
Esto se debe a que muchas personas deciden comenzar a realizar actividad física, pero aún no han descubierto lo que realmente les agrada. Por ejemplo, puede que hayas visto los beneficios del running y comenzaste a practicarlo, pero lo que realmente te gusta es estar en medio del mar y de las olas, por lo que el surf pudo haber sido la opción ideal.
Con esto en mente, te recomendamos plantearte los siguientes interrogantes:
- ¿Te apetece más estar en la tierra o en el mar?
- ¿Te gusta más disfrutar del aire libre o estar en los espacios cerrados?
- ¿Cuál actividad disfrutaste más durante tu infancia?
- ¿Te gustaría hacer ejercicio solo o con acompañantes?
- ¿Cuál deportista te inspira?
Responder a estas preguntas te ayudará a obtener un contexto mucho más claro acerca de las actividades o deportes que te podrían agradar, y a las que estarías más dispuesto y motivado a practicar.
También es importante que tengas en cuenta que la desmotivación es completamente normal, aún cuando te encuentras realizando los ejercicios que más te gustan. Por lo que no debes sentirte derrotado o frustrado si la llegas a experimentar.
En su lugar, puedes sentirte orgulloso de haber logrado el objetivo de hacer más ejercicio, y seguir los siguientes pasos para recuperar tu motivación al entrenar:
Determina tu situación físico/emocional
Con esto nos referimos a que conozcas exactamente tus proporciones corporales y emociones, ya que normalmente ambas están directamente relacionadas. Por ejemplo, si te encuentras estresado y comienzas a ingerir una mayor cantidad de alimentos calóricos, lógicamente tu índice de grasa aumentará, por lo que podrías presentar menos energía al entrenar.
Conocer esto resulta esencial para que no te culpes por la desmotivación, ya que usualmente ésta suele ser consecuencia de otros agentes externos. Además, podrás tener una noción más clara de tu estado actual, y de qué deseas mejorar a través del ejercicio.
Sé consciente de tus puntos fuertes
Si aún no conoces cuáles son tus fortalezas, entonces ¿cómo sabrás el motivo por el que estas intentando recuperar la motivación en primer lugar? Y regresamos al ejemplo del surf: si aún no sabes qué te hace un buen surfista (como tu agilidad, rapidez o fuerza) entonces ¿por qué estarías intentando volver a practicarlo? Si al fin y al cabo, puedes disfrutar de la playa realizando cualquier otra actividad.
Simplemente determina tus puntos fuertes y lucha por continuar potenciándolos al momento de entrenar.
Hora de organizarte
Una vez que ya hayas determinado tu actividad física favorita, tu situación física/emocional y tus puntos fuertes, será momento de realizar un plan de acción para volver a hacer ejercicio.
Para esto solo necesitarás un calendario y unos cuantos minutos, ya que solo tendrás que marcar los días en los que dispongas del suficiente tiempo para entrenar.
¡Y listo!
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¡Suerte!