Comer por ansiedad ¿por qué te está pasando esto y cómo solucionarlo?
Si sientes hambre cada vez que la preocupación o el miedo te invaden, entonces puede que hayas comenzado a comer por ansiedad. Y a pesar de que condicionar la alimentación por el estado de ánimo no es nada favorable, hoy son cada vez más las personas que incurren en estos hábitos ¡pero tranquilo! Que la gran mayoría ha logrado corregirlos, y sabemos que tú también podrás. Por ello hoy hemos decidido ayudarte, explicándote un poco acerca de este tema y las posibles soluciones a las que podrías apelar.
Así que comencemos por conocer ¿por qué exactamente las personas empiezan a comer por ansiedad?
Todo comienza a partir de una respuesta mental, ya que comer es una acción durante la que solemos liberar numerosos neurotransmisores, entre los que destaca la dopamina: que es la responsable de hacerte sentir bien e incrementar tu buen humor. Por lo tanto, es normal tu mente se aferre a ésta, bajo momentos de extrema ansiedad.
Sin embargo, es importante destacar que este alivio suele resultar bastante breve, por lo que realmente comer por ansiedad a largo plazo solo desencadenará un circulo vicioso que, de no romperse lo más pronto posible, acabará resultando bastante nocivo para tu salud física y mental.
La incapacidad para gestionar las emociones negativas efectivamente, el exceso de autocontrol, y considerar la comida como la única fuente de placer y bienestar, también figuran como las principales causas de comer por ansiedad.
Afortunadamente existen numerosas maneras de controlar esta desfavorable manera de comer, y reconocerla es el primer paso.
Así que conoce algunas de sus principales características:
- El hambre aparece de manera repentina.
- No se origina en el estómago, sino que se evidencia primero en tu mente, al mostrar una seria de imágenes mentales de comida.
- Al momento de comer, puedes hacerlo de manera automática, sin ser muy consciente de las cantidades que ingieres.
- Predilección por los alimentos grasos y calóricos, como la comida rápida.
- Es difícil sentirte saciado.
- Luego de comer, suelen aparecer sentimientos de culpa, vergüenza o arrepentimiento.
¿Te sentiste identificado? Entonces tranquilo, que como ya te comentamos, si ya lo has reconocido entonces llevas la mitad del juego ganado. Ahora solo debes seguir los siguientes consejos para controlar y solucionar esta conducta.
Identifica las situaciones en las que aparece el hambre
Existen muchas situaciones que pueden llevarte a comer por ansiedad, como el estrés laboral, la presión por realizar cierto proyecto, o asistir a un evento importante. También se podría presentar durante la transmisión de ciertas noticias televisivas, o mientras ves ciertas redes sociales.
Si logras identificar estos momentos correctamente, te resultará mucho más sencillo preverlos y elaborar un plan para evitar incurrir en los excesos.
Gestiona tus emociones
¿Te sientes ansioso? si es así, entonces lo primero que debes considerar es que esto es totalmente normal, así que no tienes que preocuparte por reprimir esta emoción.
De hecho, los especialistas recomiendan percibir las emociones negativas como señales internas de que existe algo que debes mejorar, y sencillamente actuar en pro de esto.
Busca otras recompensas
Ten en cuenta que existen muchas otras actividades durante las que también puedes liberar una gran cantidad de dopamina, por ejemplo: durante el ejercicio. De hecho, éste no solo te beneficiará psicológicamente, sino también fisiológica y físicamente.
Así que te invitamos a encontrar un deporte o actividad que te agrade realizar ¡y ponte en marcha! Te aseguramos que te sentirás mucho mejor a largo plazo y la ansiedad desaparecerá. Nosotros te podemos apoyar a través de nuestro delicioso zumo RioVida Burst, para que te mantengas hidratado, mientras disfrutas de un delicioso sabor y potencias tu bienestar integral aún más.
Los ejercicios de relajación, dormir más de 6 horas diarias, hidratarte correctamente (más de 8 vasos de agua al día), y mantener la mente ocupada, son otros útiles consejos para no comer por ansiedad.
¡Anímate! Y comienza a sentirte mejor desde hoy mismo.