Florencia Gómez Gerbi, la empresaria más inspiradora que podrás conocer
La vida está repleta de hermosos detalles que pueden inspirarnos a crear grandes cosas, así como le sucedió a Florencia Gómez Gerbi, una empresaria que cautivada por una antigua tradición indígena, se atrevió a dar un paso adelante para enaltecer dicho arte y crear su propio emprendimiento. Con fortaleza e ilusión, esta gran mujer logró edificar un negocio enfocado en la conciencia ecológica y social, que hoy es reconocido como Greenpacha.
¿Los detalles de la historia de éxito de esta gran empresaria? Te los contamos a continuación.
Florencia Gómez Gerbi nació en la ciudad de Mar del Plara, Argentina, y creció maravillada por el mar y por las olas, adoptando el surf como su pasión, pero el comienzo de su historia de emprendimiento tuvo lugar en Ecuador, lugar al que se había mudado por cuestiones familiares.
Un día, Florencia y su hermana, Julieta, se encontraron con un grupo de mujeres indígenas ecuatorianas que practicaban la antigua tradición de tejer sombreros en la playa; intrigadas e inspiradas por como el sombrero iba tomando forma frente a sus ojos, las hermanas decidieron investigar más sobre este arte.
Se enamoraron del proceso, así que decidieron construir un negocio con consciencia ecológica y social, al que llamaron Greenpacha: un emprendimiento enfocado en la construcción de sombreros y accesorios tejidos, que fusionaban el arte artesanal con diseños actuales. Pero lograr el éxito no era el único objetivo de estas hermanas y mujeres empresarias, de hecho, desde el inicio ellas también deseaban dar a conocer el gran trabajo que realizaban estas familias de tejedores.
La propia Florencia una vez contó que “Nosotras nos enamoramos de la historia de estas mujeres tejedoras, y decidimos empezar esta marca como lazo para mantenernos unidas y a la vez ayudar con la noble causa de expandir este arte realizado por estas bellas familias”.
Una visión única
Esta empresaria tenía una visión sinigual respecto a su nuevo emprendimiento, que se traducía en emanar luz, colores y una energía positiva tan fuerte que rompiera fronteras.
Ella misma explicó que “Mi visión es que haya un arcoíris entre Mar del Plata, de donde soy en Argentina, y La Jolla California, donde vivo, atravesando todo el continente. Mi marido y yo somos surfistas y somos viajeros, así que realmente he vivido esa visión, trayendo mi forma argentina a California, y luego trayendo la forma de vida californiana a Mar del Plata y Buenos Aires. Para mí, ese puente es algo así como lo que Greenpacha significa, y estamos trabajando a través del diseño para llevar productos hermosos a las personas, así que ese es el mensaje y la visión «.
Un material mágico
Estas mujeres empresarias se han mantenido enamoradas del mismo material por años, enalteciéndolo en cada uno de los sombreros que se ven en Greenpacha. Florencia explica que esto se debe a que “Principalmente el tejido es la forma de vida de aquellas mujeres ecuatorianas, lo mismo que el material. Ambos son tan nobles que nos llamó la atención saber que lentamente se estaba perdiendo.
La fibra con que se teje se llama paja toquilla, y es un material con un montón de cualidades, que trabajado de la forma más fina consigue texturas que parecen seda. Es una material muy versátil ya que también se usa para hacer los techos de las casas y como abono natural. En la costa de Ecuador se encuentran tejedores muy hábiles que trabajan los sombreros finos, pueden llegar a tardar hasta 6 meses en tejer uno y están valuados como una joya preciosa. Creemos que este arte latinoamericano tiene que trascender y evolucionar en el tiempo, y nuestra intención es ayudar a que el mundo lo conozca”.
Enfocada en esto, Florencia distribuye sombreros y accesorios que son construidos con hojas de palma que crecen en la costa ecuatoriana. Es importante destacar que estos productos no son hechos en un gran taller en el que se trabaja día y noche, al contrario, son tejidos a mano por mujeres ecuatorianas, quienes los hacen mientras caminan en la naturaleza y viven su día a día.
Ellas cultivan sus frutas, verduras y la mayor parte de lo que utilizan para alimentar a sus familias, por ello se podría decir que cada sombrero es una expresión cultural, arraigada a una hermosa tradición que simboliza esperanza y humanidad. De hecho, esa es la esencia misma de Greenpacha, celebrar a las mujeres sabias que tejen, que viven y que plasman su magia y sus costrumbres en cada creación.
La tradición, el arte y la magia son palpables, por eso y por muchas otras razones esta marca ha gozado de un éxito innegable. Siendo hoy una empresa única, que trabaja con familias que han creado sombreros icónicos, ayudando a mantener un patrimonio cultural oficialmente designado por la UNESCO.
Florencia disfruta de esto, y se siente plena por haber logrado un negocio enfocado en la cultura y en la ecología, tal y como siempre lo quiso. Actualmente también ayuda a su esposo, Fernando Aguerre, en sus funciones como presidente de la Asociación Internacional de Surf. Ambos residen en la Jolla, California, con su hija de 6 años.
Felicidades Florencia, desde WiduLife admiramos mucho tu emprendimiento y tu manera tan mágica de ver la vida. Por eso sabemos que tu historia inspirará a muchas personas más. Eres grande.
¿Ves cómo un pequeño detalle puede marcar tu vida para siempre? Así como esta empresaria, tú también puedes inspirarte en lo que tienes al frente, porque la vida suele sorprenderte, solo debes prestar atención.
De todos modos, nosotros continuaremos contándote historias de éxito de grandes empresarios, para ayudarte a motivarte e inspirarte, y así puedas alcanzar cada uno de tus sueños.
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