Conoce a un gran emprendedor llamado Leonardo Da Vinci
Si googleas el nombre de Leonardo Da Vinci ahora mismo, puede que encuentres una serie de artículos relacionados a sus pinturas y a su notable capacidad artística que todos admiramos. Y aunque en WiduLife también somos apasionados por su arte, hoy preferimos resaltar sus matices emprendedoras, innovadoras y perseverantes, ya que son estas características las que nos motivan cada día a dar lo mejor de nosotros.
De hecho, el propio fundador de esta empresa: Agustín González, lo considera uno de sus más grandes ejemplos a seguir, adoptándolo como un referente de emprendimiento e innovación constante.
En sus propias palabras “Yo he estado en Milán viendo la ultima cena, en Paris viendo La Gioconda y todos sus cuadros en el Museo de Louvre, La Virgen de las Rocas en el National Gallery de Londres y en Florencia viendo su arte en la Galería de los Uffizi, porque sencillamente nunca me canso de presenciar sus obras y su capacidad artística»
¡Hablemos de Leonardo Da Vinci! El emprendedor.
Leonardo di ser Piero da Vinci nació el 15 de abril de 1452 en Florencia (Italia). Allí pasó su niñez, y obtuvo educación en cuanto a los conocimientos básicos de lectura, escritura y aritmética.
El joven Da Vinci pronto manifestó una gran curiosidad por la naturaleza, lo que lo inspiró a pintar diferentes seres mitológicos productos de su imaginación. Así comenzó su interés por la pintura, y por los negocios…
Unos cuantos años después, Leonardo Da Vinci ya era un reconocido genio renacentista que, además, presentaba grandes cualidades de emprendedor.
Su visión global del negocio era una de ellas
Este genio de la pintura tenía una visión global de todo el movimiento artístico de aquel entonces.
Esto le permitió convertirse en un referente del renacimiento, incluso en aquel tiempo, cuando los emprendedores no contaban con las redes sociales ni el internet para difundir sus conocimientos.
Aprendió de sus errores
A pesar de que el autor de la Mona Lisa era considerado una eminencia, aún cometía algunos errores como todo ser humano. Sin embargo, Da Vinci aprendió de cada uno de ellos, lo que le permitió obtener una visión más clara de lo que deseaba conseguir con sus pinturas.
Logró enfocarse de manera mucho más profesional, y persistir en pro de la consecución de estas metas. Todo gracias a que pudo considerar sus errores como aprendizajes, disminuyendo la presión y frustración que pudo haber sentido durante el proceso.
Gestión de la incertidumbre
Recuerda que en aquel entonces no existía el internet ni la televisión, siendo los medios de comunicación un tanto limitados. Por lo tanto, la incertidumbre podía presentarse en diferentes ocasiones durante el día a día, especialmente cuando se trataba de posicionarse como un excelente pintor desde el hogar.
Pero Da Vinci no se inmutaba ante esta falta de certeza, de hecho, era éste uno de los motores que lo motivaba a perseverar. Él confiaba en sus capacidades, tenía seguridad en sí mismo, y lo evidenciaba en cada una de sus creaciones.
Innovación
¿Sabías que este pintor se dedicaba a analizar el movimiento de las aguas del río, con el propósito de crear corrientes que se distribuyeran por todas las ciudades ? ¡Es decir tuberías! Lo que quiere decir que Leonardo Da Vinci ya tenía una clara idea de cómo crear estos conductos, incluso mucho antes de su creación oficial. Además de esto, el artista también planeó algunos famosos inventos, como un helicóptero, una maquina de guerra, un caballero robótico, un vehículo blindado, una ballesta, y muchos más.
De hecho, en esta imagen podemos observar a El Hombre de Vitruvio, un intento de Leonardo da Vinci de crear al hombre perfecto, tratándolo de definir en este dibujo, a través de la simetría utilizada en la arquitectura. Esto es una muestra de su capacidad innovadora, no solo en cuanto a su sector del mercado, sino en general. Él pudo haber creado grandes empresas y exitosos negocios, con los más limitados recursos… solo le faltaron años de vida para poder conseguir esto.
Buen comunicador
Finalmente, existen registros de que Da Vinci era un gran comunicador, persuasivo y creativo. Conocía la importancia de aprender de sus emociones, e incluso se enfocaba en afianzar relaciones estratégicas, para continuar incrementando el éxito de sus pinturas.
De hecho, cada una de estas piezas también podía expresar ciertas emociones, siendo capaces de comunicarles algo al espectador, como es el caso de su más famosa obra: La Mona Lisa.
“Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz”
Leonardo Da Vinci.
Pero Da Vinci era mucho más que el pintor de la Mona Lisa, de hecho, entre otras de sus más grandes creaciones destaca la obra de Salvador Mundi, en la que muestra a Cristo con un vestido renacentista, con la mano derecha levantada y los dedos cruzados, mientras sostiene una esfera cristalina en su mano izquierda que representa su papel como el salvador del mundo y maestro del cosmos.
Fue a la vez pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista.
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Anímate, motívate e inspírate en este gran genio Renacentista, al que de hecho, el conferencista, empresario y autor Daniel Habif, le ha dedicado este gran vídeo.
¡Éxitos!